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Dichos de famosos - Express
A las empresas les interesa conocer el comportamiento de sus clientes. Llevan registro de todas las compras, junto con datos personales como nombre, dirección, edad y género. Todos esos datos son aprovechados generando reportes que les permiten evaluar dónde abrir nuevos puntos de venta o qué productos son los preferidos de las distintas edades.
Toda esa información es almacenada y procesada en sistemas informáticos que tienen un costo asociado. Cuando compramos un producto, parte del precio que pagamos se destina a cubrir el costo de los sistemas informáticos.
Es decir que si las empresas no tuvieran que cubrir el costo de mantener y procesar la información de sus clientes, el precio de sus productos sería más bajo.
Por otra parte, muchas veces no tenemos dinero suficiente para pagar al contado. Recurrimos entonces a un crédito, ya sea bancario, de una casa comercial u otro. Nos prestan dinero a cambio de que paguemos un interés. Por lo tanto la suma de las cuotas debiera ser mayor que el precio original del producto.
Sumando el costo de servicios informáticos para el procesamiento de datos y los intereses del crédito, el precio del producto sube. ¿Cómo puede ser entonces que nos ofrezcan un precio más bajo pagando con tarjeta que al contado?
Si los precios al contado fueran más bajos que a crédito, muchas personas no pagarían a crédito y no usarían la tarjeta de la tienda comercial. Las empresas no podrían contar con la información de nuestro nombre, domicilio, edad y género para las compras al contado. Mientras menos información tienen la empresas de sus clientes, el análisis de datos se hace incompleto e impreciso, y el costo unitario de los servicios informáticos aumenta por la menor cantidad de registros.
¿Cómo podrían las empresas obligarnos a comprar a crédito y usar su tarjeta?
Fijando un valor más alto para el pago al contado que para el pago a crédito. Un pago al contado "inflado", que hace ver como "oferta" el precio que nos ofrecen pagando con la tarjeta. El precio al contado "real" sin duda es mucho menor, pero las empresas son libres de fijar los precios, por lo que pueden hacer ver como "oferta" el pago con tarjeta.
¿Qué pasa con las empresas que no desean invertir en sistemas informáticos para mantener los registros de sus clientes y sus compras?
Hay empresas que ya tienen sistemas informáticos poderosos con gran cantidad de clientes registrados. Estas empresas ofrecen a otras más pequeñas el servicio de registro de compras y la generación de los reportes que le permitirá analizar los datos. Así por ejemplo algunos cines ofrecen "precios rebajados" aprovechando la "promoción exclusiva" de tal o cual compañía de telefonía o a clientes de tal o cual banco.
La empresa grande cobra a la pequeña por el servicio informático, y ese costo la empresa pequeña lo suma al precio de sus productos. Al igual que la empresa grande, la pequeña fija un precio al contado "inflado", de modo de "incentivar" a los consumidores de "aprovechar las ofertas".
Aparte del costo monetario, la empresa grande está registrando compras de clientes de las empresas pequeñas a las que vende el servicio informático. Es decir la empresa grande ya no sólo tiene datos sobre las compras de sus propios productos, sino de los productos de todas las empresas pequeñas a las que vende el servicio informático. Estos datos adicionales sin duda le permiten realizar análisis aún más elaborados sobre sus clientes.
Cabe preguntarse si es legítimo que la empresa grande utilice información sobre compras realizadas a otras empresas, información que difícilmente tendría si no vendiera el servicio informático a las empresas pequeñas.
Aproveche entonces las ofertas pagando con su tarjeta y acumule puntos.
Recomiendo también revisar: La Transparencia del Sernac
Continuación: http://suplicioalcliente.blogspot.com/2013/02/el-27f-del-sernac.html