2012-11-18

Pudor Nacionalista

Cuando publiqué El Punto Ciego del Sernac, hace más de dos años, asumí que en pocos días la información sería de conocimiento público.  A pesar de lo mal parados que quedaban el Sernac, la Comisión Defensora Ciudadana y el Ministerio de Economía, supuse que inevitablemente la información se difundiría en forma exponencial, de la misma forma que 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad o las repactaciones de La Polar.  Son noticias que cualquier gobierno quisiera evitar que se difundan, por el cuestionamiento en que deja a las instituciones.  Pero ya vimos como el caso de los mineros y de La Polar sí fueron noticia al instante, mientras que El Punto Ciego del Sernac al día de hoy sólo es conocido por una pequeña fracción de personas.


Pero volviendo a mi supuesto de lo rápido que se difundiría, estimé que valía la pena hacer un resumen en inglés:  http://customertorture.blogspot.com/  Con las redes sociales es extremadamente fácil poner información en conocimiento de personas y organizaciones a nivel internacional.  He enviado algunos tweets a personas en el extranjero, y en algunos casos revisaron tal o cual columna de este blog, reparando en cierto grado sobre la gravedad de la situación.  Sin embargo, consideré también que los chilenos tenemos derecho preferente a conocer la información.  De algún modo sería inadecuado estarle contando al resto del mundo fallas de nuestras instituciones, y que los propios chilenos no las supieran primero.  Por ello he preferido dirigir mis tweets principalmente a chilenos, pero consciente que es inevitable que también se enteren otros países, porque la información está publicada en forma abierta para cualquiera que se tome el trabajo de revisarla.



No obstante estar la información disponible para cualquiera, la capacidad de los políticos y los medios para mantenerla censurada no deja de sorprenderme.  Así es como he entendido mejor que no es exagerado cuando, por ejemplo, se han hecho denuncias a organismos internacionales para lograr que el gobierno del propio país reconozca situaciones que se ha empeñado en ignogar o desconocer, o corrija acciones inadecuadas.


Las instituciones fallan, como fallamos las personas.  No estoy diciendo que deban eliminarse, por el contrario: estoy poniendo énfasis en la magnitud de la brecha entre su capacidad y la demanda que existe de sus servicios.  Algo que muchos se empeñan en hacernos creer que no existe, que la situación está controlada.


El Sernac cometió un error y eso es reprochable, pero haber manipulado la información omitiendo la responsabilidad que le cabe en los reclamos sin respuesta, y haberse mostrado como el superhéroe de la película es una deshonestidad hacia los consumidores.


Un Sernac que engaña a los consumidores es inaceptable.  ¿Cuánto esfuerzo será necesario para que los chilenos nos demos cuenta y exijamos las explicaciones que corresponde?


¿Es necesario que un organismo internacional venga a hacer lo que no somos capaces de hacer nosotros mismos?


Continuación:  http://suplicioalcliente.blogspot.com/2012/11/a-quienes-defiende-sernac.html

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