2014-03-14

Indulgencia ideológica e indolencia cívica. El otro Punto Ciego.

Si prefiere leer una síntesis de 100 palabras, invito a revisar Suplicio al Cliente #S100P.


Esta columna viene a ser un complemento a Suplicio Ideológico.


Quienes se identifican fuertemente con una ideología buscan reforzar su convicción ensalzando argumentos que dan mayor fundamento teórico o demuestran empíricamente los postulados de ésta, junto con ensalzar también aquéllos argumentos o datos empíricos que desarticulan las demás ideologías, especialmente aquéllas más antagónicas y de las que a su vez reciben las más duras críticas, siendo una amenaza a las propias convicciones.

Se magnifican las astillas en las ideologías antagónicas, y se minimizan las vigas en la propia.

Así cualquier error que concediera al adversario un flanco por el cual atacar, es ocultado rápidamente, desviando la atención, remediándolo y/o contraatacando a un flanco débil del adversario.

Más allá del plano ideológico, los políticos suelen también realizar ataques hacia puntos débiles en el desempeño de su adversario, buscando ya no sólo desvirtuar teóricamente los postulados del adversario, sino calificándolo de incompetente.

Pero quizá el ataque más duro es aquél dirigido a poner en evidencia la falta de ética del adversario: las acusaciones de corrupción, porque de esa forma mina los cimientos de los postulados del adversario: es una ideología sostenida por corruptos, faltos de ética.

Lo expuesto en Suplicio Ideológico muestra como adversarios políticos pueden acordar una tregua respecto de un asunto en que ambas partes han mostrado un desempeño deficiente.  Distinto es cuando una parte puede cosechar dividendos del desempeño deficiente de la otra, como ocurrió, por ejemplo, en la acusación constitucional contra el Ministro de Educación, que cito en la Versión Oficial Sernac.

El mecanismo de interacción con las empresas diseñado por el Sernac de la Concertación contenía una falla que causaba que cuando una empresa eliminaba la dirección de correo electrónico registrada en Sernac, los avisos que Sernac le enviaba sobre los reclamos ingresados por los consumidores caían a un "hoyo negro" que creció por años.  Y este "hoyo negro" era factible de ser detectado por el propio Sernac si hubiera monitoreado regularmente el porcentaje de respuesta de cada empresa a sus reclamos.  La investigación que realicé deja en evidencia la existencia de dicho "hoyo negro", y con los reportes generados con la base de datos de reclamos del Sernac queda en evidencia que no se había realizado el monitoreo en al menos el periodo de tres años que cubre la base entregada por el Sernac.

Pero ese error de diseño no sólo es lamentable, sino que se traduce en que Sernac no cumplió con la función que le asigna la ley del consumidor de "poner en conocimiento de la empresa" el reclamo del consumidor.  Aquí es cuando se minimiza la viga.  Se evita reconocer esa responsabilidad y ese incumplimiento.
Adicionalmente, resulta desconcertante como una institución certificada en gestión de calidad obtiene a través de los años cada vez mejores calificaciones, omitiendo el indicador que medía el porcentaje de respuesta de las empresas.

Con respecto a la Alianza, la poca atención y dedicación que puso en examinar el problema, tanto el propio Sernac como el Ministerio de Economía y la Comisión Defensora Ciudadana, desde luego es reprochable considerando que el propio Sernac declaraba que "casi el 50%  de los reclamos no tienen respuesta de las empresas", a la luz de los hayazgos de la investigación que yo realicé por cuenta propia, y en circunstancias que la misma ley del consumidor señala que el Ministerio de Economía es supervigilante del Sernac.  Esta viga también se minimiza.

Todo lo anterior podría ser suficiente para remecer y dejar en entredicho el desempeño de los bloques políticos (Concertación y Alianza) e instituciones citadas (Sernac, Ministerio de Economía, Comisión Defensora Ciudadana).  Sin embargo el control que el poder económico ejerce sobre los medios de comunicación dictaminó entregar a la opinión pública una versión sesgada de los hechos: la Versión Oficial Sernac.

En este sitio he publicado todos los antecedentes de las investigaciones (la investigación inicial publicada en septiembre de 2010). Cualquier persona que tenga interés en revisarlos lo puede hacer, y también puede dejar comentarios al pie de las columnas, o contactarme vía Twitter si desea aclarar alguna duda.  Sin embargo, ya está dicho como los principales bloques políticos y sus simpatizantes advertirían el riesgo que conlleva para su respectivo sector el ventilar esta información.  Y aquéllos menos interesados en política seguramente no se han tomado la molestia de revisar la información, o tal vez no dan crédito, o tal vez no le toman el peso.

Así es como se configura un nuevo punto ciego, ideológico e informativo, alimentado por el silencio cómplice de los involucrados (en acuerdo con los medios) y la indolencia de la mayoría.



Continuación: http://suplicioalcliente.blogspot.com/2014/03/venta-de-entradas-concierto-de-paul.html

1 comentario:

Fedra dijo...

Sin duda lo que usted dice es un universo lleno de verdades.
1.- Los políticos se atacan y delatan cuando son de bandos opuestos y les conviene. Desvelan errores, fraudes, mentiras, etc para minar los cimientos ... El problema grave,es que este país OLVIDA y PERDONA todas esas deshonorables acciones de los políticos. Si castigaramos la falta de probidad de las personas e instituciones y practicaramos el castigo que se merecen (no reelegir en el caso de un senador o diputado, no comprar en el caso de La Polar, etc, etc.); tal vez el respeto y seriedad que el pueblo se merece sería más notoria y poderosa.

2.- Fui victima del Sernac hace tres años. Me basto sangrar una vez para comprender y afirmar lo que ya sabemos. El Sernac sólo imparte burlas a sus usuarios, esta a merced de la voluntad del empresariado. El Sernac NO SIRVE, es una droga para calmar por un instante al pisoteado, al desvalido... es una instancia para pisotear al derrotado otra vez. Esta institución es una escena constante de un circo kafkiano.